sábado, 11 de abril de 2009

Procesiones


Alguien de quien no quiero acordarme… me preguntó en una ocasión en que me asomé a la ventana para ver una procesión se Semana santa, si la miraba porque había recibido en mi niñez formación religiosa. Le dije que no, que la miraba porque considero a las procesiones como una de las ‘Artes escénicas’. Ya sean gloriosas como las del Corpus o la Cabalgata de Reyes; (cabalgata: versión cómica de las procesiones) o trágicas como las de estos días. Tienen todos los componentes de las representaciones teatrales: música, disfraces, ritmo, solistas, figurantes, directores de escena, regidores, espontaneidad y sobre todo una gran participación del público que acude a verlas. Ya quisieran algunos directores escénicos conseguir ese impacto en su aforo.
Si os paráis a pensar… ¿Qué diferencia hay entre una ópera y una entrada de Moros y cristianos o una procesión de Semana santa? Simplemente que una se representa en un espacio cerrado y las otras en uno abierto. De las dos conocemos el libreto y la música.

La saeta: Antonio Machado(W), Joan Manel Serrat, Camarón de la isla(W).

1 comentario:

carmela dijo...

A mi me daban miedo de niña las procesiones de semana santa, no entendía por qué tenían que ir con esos cucuruchos en la cabeza ni tampoco por qué tienen que llevar los pasos esos pesos tan grandes. El año pasado en Sevilla tuve la oportunidad de ver más de cerca una procesión y tiene algo de misterio y de recogimiento a pesar del murmullo de la gente y de lo multitudinario, me vi envuelta en la vorágine y contemple todos los preparativos y la verdad me emocioné.

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