martes, 28 de diciembre de 2010

Entramos en año impar 2011


BAILABLES by Manuelo Battiato on GroovesharkNo me gustan los números impares. ¿Por qué? Porque no son divisibles por 2.
Es lo que tienen los números impares.
Seguramente, cuando aprendí a dividir, los primeros ejercicios serían fáciles: divisiones exactas, sin resto... después se complicarían y... no me haría mucha gracia no saber que hacer con aquel resto que se quedaba colgado al final del rabo de la división al que le poníamos una especie de cestita debajo para que no se cayera y sin que se lo adjudicara nadie. Me parecería un desperdicio y como soy algo tacaño... pues eso... me dejó una huella para toda la vida.
Es lo que tiene la infancia.
Debido a esta mini-fobia tuve que nacer un 28-8-1946 fecha en la que sus tres partes son números pares. ¿O fue al revés?
Es lo que tiene el enigma del «huevo y la gallina».

Aplicado a los años, no hay ningún problema, nunca me he parado a pensar si me ha ido mejor en año par o impar... aunque en los años impares no hay olimpiadas, ni campeonatos del mundo de fútbol y ni siquiera elecciones en los USA que también entretienen lo suyo.
Así, que entramos en 2011, año impar y ya está... con todas sus consecuencias... sus momentos duros y difíciles y sus momentos alegres y amables.
Es lo que tienen los años... independientemente de si son capicúas, primos, bisiestos, pares o nones.

Los propósitos hechos a principio de año se han cumplido más o menos... eran muy poco exigentes... así que hago como los gobiernos que no consiguen que se les aprueben los presupuestos monetarios: los prolongo un año más.
Es lo que tiene no tener oposición.

La música para despedir 2010 y entrar con buen pie en 2011 me ha quedado sobrecargada con temas nostálgicos...
Es lo que tienen los años impares...ya se sabe...

sábado, 23 de octubre de 2010

Violencia de género


Hace tiempo que las féminas de mi familia me piden o, así lo intuyo yo, una toma de posición frente a la violencia de género. La respuesta es muy clara y ellas la saben: rechazo total. En realidad no me piden una postura que ellas ciertamente conocen, sino un aporte de soluciones. Es muy difícil. Estos cambios sociológicos se producen lentamente. Hace apenas cuarenta años, a mi mujer, en el banco donde teníamos una cuenta común no le permitían sacar dinero sino era con mi firma. Creo que en España se está haciendo un esfuerzo por solucionarlo, lo primero es destapar el problema, y eso se hace desde hace años. En otros países se ocultan los datos. No es cuestión de países más o menos desarrollados ya que en Europa donde más se producen son en: Finlandia, Suecia y Alemania. Creo que es un problema de educación y respeto, de igualdad y cariño.
Desde luego, ayudan mucho los buenos ejemplos de las parejas cercanas y de las personas públicas y, por contra no ayudan nada los malos ejemplos y la verborrea machista como la del alcalde de Valladolid. No recuerdo ni quiero recordar su nombre, si conozco su filiación política pero no es este el dato que me importa: lo denunciaría fuera cual fuese. Pero, ¿no se dan cuenta estas personas, que con sus comentarios lo que hacen es menospreciar la dignidad de las mujeres, incluidas las de su propia familia? Y de paso fomentan esta plaga.
Sólo cuando en las mentes de todos esté grabado la igualdad de derechos de todos los seres humanos, igual que está grabado el amor por los hijos o la satisfacción ante la belleza... desaparecerán esos pecados de los hombres cobardes.

“El amor es como el mercurio en la mano. Deja la mano abierta y él permanecerá; agárralo firmemente y él escapará”
(Dorohty Parker, escritora)


domingo, 3 de octubre de 2010

Mis ahijados


Además de nuestros hijos y nietas, Carmela y yo tenemos dos descendientes más, no son biológicos sino afectivos. Personalmente me siento un privilegiado por haber sido elegido como padrino no solamente por los padres, sino por los propios ahijados, que ya tenían esa edad en la que se aprende a decidir sobre temas algo mas transcedentales.
Hablo de Dani e Irene.
Hace algo más de un año recibí en mi móvil una llamada inesperada:
-¿Manolo? soy Irene... tu ahijada- Este calificativo de ahijada lo concretaba todo. Como hacía bastante tiempo (demasiado) que no estábamos en contacto, Irene tuvo la inteligencia de identificarse de forma que no dejara lugar a la duda: ahijada.

Dani su hermano mayor, mi otro ahijado se nos ha adelantado a los demás en ese ineludible viaje al que tarde o temprano estaremos todos invitados. Los que todavía vamos de camino a la estación nos hemos quedado sin su presencia, sólo nos queda su espíritu en forma de recuerdos.

De Dani solamente he recibido buen trato, cariño y alegría.
Nunca se me borrará de la memoria su seductora sonrisa, y su grito de guerra cuando de niño entraba en nuestra casa y le preguntaba a alguno de nuestros hijos: ¿jugamos por las canicas?



El Gloria Tibi de la Mass de Leonard Bernstein que una noche de verano tuvimos el placer de disfrutar todos juntos en el teatro romano de Sagunto



TE RECUERDO

sábado, 11 de septiembre de 2010

Efemérides de septiembre


En septiembre coinciden trágicos aniversarios acontecidos en los últimos años, todos recordamos los del día 11 de 2001 en New York, pero esta entrada está dedicada a los de 1973 en Chile.

En Chile, el 11 de septiembre de 1973 un golpe de estado acabó con el sueño de que un estado del sur de América fuera administrado por un gobierno de izquierdas elegido democráticamente y presidido por el socialista Salvador Allende(W). Este gobierno fue acosado política y económicamente por la oposición de su país y por el gobierno de USA. El acoso terminó con el derribo en forma de golpe militar por parte del comandante en jefe del ejército chileno: Augusto Pinochet(W).

En aquellos días yo estaba apunto de trasladarme a vivir y trabajar a la ciudad de Alicante con mi joven familia. Acababa de cumplir los veintisiete, Carmela veintiuno y nuestros dos hijos mayores David y Marta dos y un año respectivamente, la pequeña María sólo tenía dieciséis días. Mi reciente afición a la lectura de revistas políticas que la pusilánime apertura de los medios de comunicación en España permitía, me hizo seguir muy de cerca todo el proceso: llegada al poder, acoso y derribo.
Todas estas circunstancias hicieron que llegara a sentir miedo, o quizá desilusión o desánimo, o todo junto. No sabría explicarlo bien.
Años mas tarde y ya reestableciza la democracia en España, el juez Baltasar Garzón(W) estuvo apunto de trincar al siniestro Pinochet. Me ilusioné con la posibilidad de que por fin lo pudieran juzgar. Tuve que admitir la triste realidad de las políticas de hechos consumados y pragmatismos que dieron al traste con la operación. Del gobierno de Aznar(W) ya me lo esperaba pero no del de Tony Blair(W) a pesar de su tibieza.

Nunca he votado a un partido de derechas, pero, por si alguna vez las circunstancias me hacían dudar, me juré en ese momento que jamás votaría a un partido que no hubiera hecho lo imposible por juzgar a Pinochet.

En fin...




Para acompañar esta evocadora canción interpretada por Serrat y Pablo Milanés, y para que la entrada no nos deje un sabor demasiado amargo, ya que en este septiembre se cumple el tercer año de la desaparacición de Luciano Pavarotti... pues... un vídeo suyo.

lunes, 16 de agosto de 2010

Pelotas e himnos



Ya hace mas de un mes que se ha acabado el mundial de fútbol de Sudáfrica. Hemos visto y revisto los goles de Iniesta, Puyol y Villa; la marea roja; la copa del mundo. Hemos oído hasta la saciedad las declaraciones de todo el mundo, las canciones de ánimo, el «yo soy español, español, español...» que a mí me sonaba muy raro en boca de chicas vestidas con camisetas rojas y maquilladas con pinturas de guerra.
Es cierto que estos triunfos y los de otros deportistas españoles (tenis, automovilismo, motociclismo, basket, ciclismo y otros) son de agradecer y que por un cierto tiempo te hacen sentir mejor, aún a pesar del egoísmo de algunos de estos deportistas que fijan sus residencias en paraísos fiscales para pagar menos impuestos... pero bueno... una vez apaciguado «el patriota irracional que cualquiera lleva dentro sin saberlo» (copio a Manuel Vicent) quiero aprovechar la circunstancia para hablar de himnos:

Casi nunca veo el comienzo de los partidos de fútbol internacionales para librarme de ese trago, le tengo alergia a la seriedad con que se revisten esos actos y entiendo que al ser un deporte colectivo ninguno de sus componentes puede saltarse el guión. No ocurre lo mismo cuando suenan los himnos al finalizar una carrera de motos o de coches, los ganadores no componen una imagen tan seria, quizá porque la prueba ya ha acabado, por su individualismo o por la distinta nacionalidad de sus monturas, mecánicos y demás componentes de sus equipos.
Las letras de estos himnos vienen a decir prácticamente lo mismo: nosotros somos los mejores, los demás nos quieren esclavizar pero nosotros hemos luchado bravamente y nos hemos librado de su opresión. Cierto es que estas músicas y letras sirven para generar una predisposición a la resistencia ante el abuso, todos recordamos la escena de la película «Casablanca» donde «La Marsellesa» se impone a un himno nazi, pero por favor tomaros la molestia de leer su letra.
Recibo diariamente varios e-Mails de un chat de literatura e intercambio de libros. Durante la celebración del mundial algunos de sus componentes iberoamericanos comentaban como se habían suprimido con el tiempo en sus himnos las referencias al opresor español, pero que en su versión popular todavía perduraban. Totalmente comprensible.
Hay otros himnos que no hablan de opresiones sino de lo bien que se está aquí y que esto es lo mejor del mundo, como el de: «Per ofrenar noves glories a Espanya». Éste está demasiado escuchado por mí y cuando olisqueo que lo van a interpretar al final de algún concierto patriotero en el Palau de la música, salgo por patas.

Resumiendo: prefiero el onomatopéyico «¡chunda, chunda, tachunda chunda chunda!» del himno español a cualquier otra letra.
No obstante hay un himno que merece la pena escuchar.
Este parodia a todos los demás. De Le Luthiers:


viernes, 2 de julio de 2010

Temporada en blanco


La temporada 2009-2010 en el Palau de les arts de Valencia ha pasado a través de mí sin tocarme, he sido espectador de algunas de sus representaciones, pero no he podido participar en ninguna de ellas.
Empezó la temporada con Les troyens de Hector Berlioz, realización propia con dirección de La fura del baus. Totalmente vetado para mí, con la Fura puedes esperar que te cuelguen de los pies, de los pulgares de las manos o de cualquier otra parte de tu anatomía. Seguimos con otras producciones en las que pedían jóvenes: no quise presentarme, quería haberme presentado en Cavalleria rusticana pero un viaje me lo impidió, después me enteré de que cogieron a todos los que se presentaron. Al final sólo lo hice en La traviata y en Carmen, en la primera, como ha ocurrido en otras ocasiones la mala coordinación entre lo que se demanda y lo que realmente se necesita hizo que el viaje fuera en balde, bueno saludé a los colegas y bailé con dos parejas distintas el vals del brindis. Sólo necesitaban bailarines y pidieron bailarines y figurantes. Algo parecido ocurrió con Carmen donde tenía depositadas todas mis esperanzas, pensaba que necesitarían muchos figurantes como en la temporada en que la estrenaron, pero no, esta vez sólo querían quince y jóvenes. El casting lo hizo el coreógrafo de La traviata: con un capote de torear invitó a todos menos a mí a que intentaran el toreo de salón, creo que yo era el único que tenía la afición y los conocimientos teóricos para no haber hecho el ridículo en el lance, pero se me había pasado la edad de torear y no me dejaron; hubieron actuaciones antológicas, eso si. Me supo bastante mal, he estado a punto de cortarme la coleta, pero me he rehecho y pienso presentarme en la temporada que viene... a ver si en Aida...

En fin, aprovechando el cabreo, que está haciendo mucha calor y que no me gusta el verano... pues esta musiquita...

sábado, 12 de junio de 2010

Historia de una escalera


Al contrario que en la obra de teatro de Buero Vallejo donde la escalera es el objeto inamovible de la historia, en esta obra es el hueco el objeto central y las escaleras que lo han penetrado los distintos personajes que por él transcurren.
La primera vez que vi el agujero fue durante las obras, de él colgaba una escalera de andamio llena de yeso, sin duda a este amor de juventud entregó su virginidad. Mas tarde su lugar lo ocupó el amante oficial: una escalera de hierro fundido y color gris de las llamadas escaleras de barco, nos costó deshacernos de ella, era muy pesada y se creía con derecho a la permanencia indefinida. Le buscamos un novio en el que teníamos puestas todas nuestras esperanzas, pero resultó un fracaso, después de un día entero intentándolo no hubo forma de consumar el enlace, no llegó ni a coitus interruptus, se quedó en un verdadero gatillazo. Rápidamente la sustituimos por un primo suyo que aunque mas canijo cumplió con su obligación durante una temporada. Como el hueco seguía tristón y mal acompañado tuvimos que buscarle un nuevo amante en un barrio mas fino, por fin encontramos la escalera de la foto que de momento nos ha dejado satisfechos al agujero y a nosotros.

En mi afán por que esta escalera se quedara mucho tiempo me gustaría que la habitara un ser mitilógico nacido de la imaginación de mi admirado Jorge Luis Borges: un A BAO A QU.
De El libro de los seres imaginarios.

«Para contemplar el paisaje más maraviloso del mundo, hay que llegar al último piso de la Torre de la Victoria en Chitor. Hay ahí una terraza circular que permite dominar todo el horizonte. Una escalera de caracol lleva a la terraza, pero sólo se atreven a subir los no creyentes de la fábula que dice así:
En la escalera de la Torre de la Victoria, habita desde el principio del tiempo el A Bao A Qu, sensible a los valores de las almas humanas. Vive en estado letárgico, en el primer escalón, y sólo goza de vida consciente cuando alguien sube la escalera. La vibración de la persona que se acerca le infunde vida, y una luz interior se insinúa en él. Al mismo tiempo, su cuerpo y su piel casi traslúcida empiezan a moverse. Cuando alguien asciende la escalera, el A Bao A Qu se coloca en los talones del visitante y sube pendiéndose del borde de los escalones curvos y gastados por los pies de generaciones de peregrinos. En cada escalón se intensifica su color, su forma se perfecciona y la luz que irradia es cada vez más brillante. Testimonio de su sensibilidad es el hecho de que sólo logra su forma perfecta en el último escalón, cuando el que sube es un ser evolucionado espiritualmente. De no ser así, el A Bao A Qu queda como paralizado antes de llegar, su cuerpo incompleto, su color indefinido y la luz vacilante. El A Bao A Qu sufre cuando no puede formarse totalmente y su queja es un rumor apenas perceptible, semejante al roce de la seda. Pero cuando el hombre o la mujer que lo reviven están llenos de pureza, el A Bao A Qu puede llegar al último escalón, ya completamente formado e irradiando una viva luz azul. Su vuelta a la vida es muy breve, pues al bajar el peregrino, el A Bao A Qu rueda y cae hasta el escalón inicial, donde ya apagado y semejante a una lámina de contornos vagos, espera al próximo visitante. Sólo es posible verlo bien cuando llega a la mitad de la escalera, donde las prolongaciones de su cuerpo, que a manera de bracitos lo ayudan a subir, se definen con claridad. Hay quien dice que mira con todo el cuerpo y que al tacto recuerda la piel del durazno.
En el curso de los siglos, el A Bao A Qu ha llegado una sola vez a la perfección.
El capitán Burton registra la leyenda del A Bao A Qu en una de las notas de su versión de Las Mil y Una Noches»

viernes, 7 de mayo de 2010

Batallitas de un informático trasnochado III


MORTADELOS

Los técnicos de hard y soft que hemos trabajado con cajeros automáticos llamábamos mortadelos a los billetes falsísimos que nos servían para probar operatorias y nos liberaban de la preocupación de extraviar algún billete de verdad. No eran tan divertidos como el de la foto sino más sobrios, tenían el anagrama de Nixdorf y eran del color y tamaño del billete real.
Una tarde había quedado con el director de la oficina principal de una Caja de Ahorros en Alicante para intentar cazar un error que se producía de vez en cuando. El director abrió el cajero, vació los cajetines de dinero legal y me los dejó a mi disposición para que los llenara de mortadelos. No había ningún terminal bancario cerca del cajero que estaba en el gran vestíbulo de la oficina, por lo que tuve que requerir los servicios de mi externo favorito para que operara en el cajero mientras yo comprobaba su funcionamiento.
Mi externo favorito era una de las personas más extrovertidas y sociables que he conocido nunca. Su frase preferida: Hay que tener amigos hasta en el infierno. Conocía a todo el mundo en Alicante y alrededores.

Estaba yo modificando y compilando el programa cuando se me acercaron un empleado de seguridad y un señor con una extraña expresión en la cara y unos cuantos mortadelos en la mano, enseguida comprendí lo que estaba pasando. Mi externo favorito se había despistado hablando con alguien y se le había colado en el cajero el señor que tenía ahora delante de mí. Efectivamente así me lo explicó el empleado de seguridad y añadió que el externo había apagado el cajero y se había ido a buscar al director de la oficina que estaba tomando café en el bar de la esquina. Le pedí disculpas al cliente y le rogué que me devolviera los mortadelos, no quiso hacerlo porque los necesitaba como justificante para canjearlos por los billetes buenos, comprendí su punto de vista y no insistí. Al poco llegaron el director de la oficina y el externo, pero el cliente todavía tuvo que esperarse un rato hasta que cumplió el retardo de apertura de la caja fuerte donde estaba el dinero de verdad. Cuando todo se hubo solucionado nos fuimos el externo, el cliente y yo a tomar un café. Nos contó el cliente que era vecino de Albacete y estaba de paso en Alicante, cuando salimos del bar nos despedimos y le regalé los mortadelos que ya me había devuelto, para que recordara la anécdota. Pagó los cafés mi externo favorito.

Muchas veces he tratado de imaginar la cara que se le quedaría a cualquiera que viera salir mortadelos del buzón de un cajero.

martes, 27 de abril de 2010

Nuevo blog


Me he decidido a crear un nuevo blog, en el actual noto barreras auto-impuestas que me impiden decir algunas cosas que pienso. El truco está en dedicarlo a relatos literarios con lo cual pondré en boca de los distintos personajes lo que quiera... todo lo que se me ocurra en cada momento y sobre cualquier tema.
He dicho relatos literarios pero matizo, soy informático y no pienso renunciar a ninguna de las posibilidades de un blog: vídeo, audio, imágenes y animaciones, aunque lo principal serán las palabras.
Lo he titulado Vidrieras y la primera entrada se llama Brotes verdes. No os asustéis que no voy a meter el rollo sobre luces al final del túnel, rescates o economía financiera.
Intentaré crear una nueva entrada cada semana.
Este es el enlace.

sábado, 17 de abril de 2010

Artes y oficios


Intento desde hace varios días vaciar mis excedentes de papel y cartón en uno de los contenedores especializados en los alrededores de mi vivienda. No lo consigo, siempre me los encuentro llenos... principalmente de cartones procedentes de los comercios de alrededor. Pienso que los responsables de su mantenimiento cumplen con su obligación y los vacían cuando procede, pero que acto seguido se vuelven a llenar.

¿Qué ha pasado?

Tengo una teoría basada en la observación como paseante jubilado y aprendiz de escribidor: han desaparecido los honrados recogedores de cartón freelance arrinconados por el monopolio de la empresa de reciclaje.
Cuando llegué a la población donde vivo hace cuatro años todavía recuerdo haber visto alguno, pero desde hace por lo menos tres años ya no he tenido ese placer. Por consiguiente la operación de deshacerse del cartón de los embalajes a pasado a manos de los comerciantes que lo único que saben hacer es colapsar los contenedores.
Un oficio que desaparece... es una lástima...

Musiquita para sonreír: Una versión de Somewhere over the rainbow que actualiza y enriquece el original

miércoles, 17 de marzo de 2010

Las niñas y los niños



Desde hace un par de días he tenido la suerte de poder recordar un episodio de mi infancia que tenía completamente olvidado. Se trata de un castigo, en realidad del mayor castigo y la mayor humillación que he sufrido nunca. Os pongo en situación: desde los cuatro hasta los ocho años permanecí en el colegio de María Auxiliadora de Valencia, regentado por monjas Salesianas. El colegio era mixto, pero los niños y las niñas no coincidíamos nunca, ni en clase ni en el patio ni siquiera en el momento de la entrada o la salida ya que lo hacíamos por puertas distintas. Se encargó de mi educación y la de otros aproximadamente treinta y muchos colegas sor María Elena, una monja grandota de aspecto bondadoso pero capaz de imponer disciplina nada más abrir la boca. Tenía un bozarrón como el de Rita Barberá. Entre mi madre y ella me enseñaron a leer y a escribir por lo cual le estaré agradecido toda mi vida. Recibí de ella premios (estampitas, medallitas y golosinas) y castigos. No fui el primero ni el último en recibir el castigo protagonista de esta entrada. No recuerdo el motivo, me llamó la sor y me dijo: vete a la clase de las niñas, le dices a la sor que estás castigado y cuando ella te diga te vuelves. Yo había visto a los colegas cuando volvían de la clase de las niñas completamente derrotados. El significado del castigo era el de que no te merecías estar en la clase de los niños y te degradaban a la de las niñas, para aquellos tiempos era muy duro y perdías tu autoestima. Ellas no tenían un castigo parecido. La clase de las niñas estaba al otro lado del patio, no se como tuve fuerzas para llegar y abrir la puerta, al entrar... los cuarenta pares de ojos de las niñas se clavaron en mi ser, estos días al recordarlo todavía noto el ardor de mis mejillas y mis orejas del sonrojo que pasé. Como los compañeros no contaban nada de lo que les había pasado, por mi cabeza corrían las suposiciones más humillantes, hasta que tenía que bajarme los pantalones o algo así. La monja no me hizo mucho caso, debería estar harta de ejercer de verdugo, me dijo que me quedara a un lado y al cabo de algún tiempo que a mí se me hizo eterno me levantó el castigo.
Juro por Emma Thompson, María Moliner, Mafalda, Mercedes Sosa, Joan Baez, Montserrat Caballé, Almudena Grandes, María del Mar Bonet, Hermione Granger, Teresa Salgueiro... y toda las mujeres que han significado algo en mi vida que el episodio no me engendró ni un miligramo de misoginia, sólo me caen mal las mujeres que me caen mal y de las que no quiero acordarme, no por su condición de mujeres sino por sus cualidades negativas bajo mi escala de valores.
Tal vez la anécdota si puso una semilla de anticlericalismo. Mi anticlericalismo no es contra curas y monjas sino contra todo aquel que se cree en posesión de la verdad absoluta y trata de imponerla al resto de los mortales.

sábado, 6 de marzo de 2010

Esta es la foto que más me gusta



No hay música que pueda acompañarles... no se lo merecen. Tendría que ser una horterada y no quiero enturbiar mi BLOG
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lunes, 22 de febrero de 2010

Nos queda la música... y la palabra...




Con la desaparición de Ariel Ramírez se cierra el círculo de los creadores de 'Alfonsina y el mar'(W). Primero fue su inspiradora Alfonsina Storni(W), el año pasado su letrista Félix Luna(W), hace poco una de sus más conocidas intérpretes Mercedes Sosa(W) y hace unos pocos días su compositor Ariel Ramírez(W).
En España la noticia ha tenido muy poca amplificación mediática, solamente los musicólogos y algunos apasionados como mi amigo Mariano (Literazurda) y yo nos enteramos del suceso.


La pieza interpretada al piano como seguramente la compuso y ensayó Ariel Ramírez




Mi descubrimiento de Ariel Ramírez no fue a causa de Alfonsina y el mar sino por su 'Misa criolla'(W).
Mi afición al folclore sudamericano y a la música clásica me condujo ineludiblemente a esta pieza maestra.








Se puede ver aquí



martes, 16 de febrero de 2010

Miguel Hernández y el teletrabajo


Este mix entre Miguel Hernández y el teletrabajo viene a cuento por mi empeño en no querer publicar entradas demasiado solemnes. Lo intentaré...

Miguel Hernández:
Se cumplirá este año el centenario del nacimiento de Miguel Hernández. Además de los actos puramente literarios que se produzcan, habrán otros políticos, donde los partidos de uno u otro color tratarán de arrimar el ascua a su sardina... nada nuevo bajo el sol...
Durante mis estudios de Bachillerato (1957-1961) nunca tuve noticias de él en las clases de literatura. Sí las tuve de Antonio Machado y García Lorca. Empecé a conocerlo durante el tardofranquismo cuando además de leer sus poemas tuve noticias de sus leyendas: alguien me contó que en Orihuela había un instituto de enseñanza media que se llamaba Del poeta... los docentes no habían conseguido que les dejaran llamarlo con su nombre completo. Hoy día existe la Universidad Miguel Hernández con sede en Elche y campus en Elche, Altea, Orihuela y Sant Joan d'Alacant.
Más tarde, mi familia y yo estuvimos viviendo durante siete años a doscientos metros del reformatorio de adultos de Alicante cuando todavía era prisión: donde estuvo preso y murió el poeta; donde coincidió con Buero Vallejo que le hizo un retrato al carboncillo. Hoy día la prisión se ha transformado en los juzgados del barrio de Benalúa.

Teletrabajo:
El teletrabajo es un magnífico invento que te permite trabajar desde casa y desplazarte sólo cuando lo necesitas. Con las modernas tecnologías cada día es más utilizado. Como cualquier otro invento tiene sus ventajas y sus inconvenientes. Para mí que empecé a utilizarlo hace diez años aproximadamente, el principal inconveniente es el de la proximidad de la despensa y la nevera. Las ventajas: horario flexible, vestimenta cómoda (zapatillas, pijama, chanclas, gayumbos, disfraz), hilo musical a tu gusto. Este último item es uno de los que más disfruto: acostumbro a escuchar las noticias a primera hora de la mañana y después oigo música de forma aleatoria. Hay en mi emepetresteca cuatro o cinco temas con los que me resulta imposible la multitarea, es decir: no puedo escucharlos y continuar trabajando, si tengo prisa en acabar el trabajo cambio de tema; de lo contrario dejo de trabajar. Uno de esos temas es este:

Letra Miguel Hernández; música Alberto Cortez; interpretación Joan Manel Serrat


Siempre me emociona.
Conozco a otras personas de buen gusto a las que les pasa lo mismo.
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jueves, 4 de febrero de 2010

Batallitas de un informático trasnochado II



Esta entrada se podía subtitular: claustrofobia informática.

Me ocurrió a los pocos meses de empezar a trabajar con la 820/15 de mis amores, antes de trasladarme a la delegación de Alicante. Mi labor consistía exclusivamente en programar. La tarea del diseño visual, virtual y de manejo la ejercía un analista del cual dependía. Una tarde se acercó a mi mesa el analista.
-¡Manolo me llaman de XX diciendo que el programa no funciona bien o que la máquina se ha vuelto loca! Están bastante cabreados-
-Pues es raro porque Luis es bastante tranquilo-
-Vete para allá enseguida-
-¿Cómo voy? no tengo coche y ya sabes que eso está en mitad de la huerta-
-Coge el mio-
Me fui para nuestro cliente situado en una población de l'horta sud de València. Cuando llegué Luis ya se había tranquilizado, me dijo:
-Mira se trata de las fichas de contabilidad, lo he analizado y me he dado cuenta que cuando en el saldo tiene que sacar una cantidad en negativo, efectivamente, la cantidad es correcta pero no se puede distinguir si es positiva o negativa-
Me alargó una ficha, la miré y le dije:
-¡Pero Luis, las cantidades en negativo están en rojo!-
-¡Calla Manolo! ¿Sabes que pasa? ¡¡Que soy daltónico!!-
-Bueno, le pondré un signo negativo delante-

A la mañana siguiente me puse a modificar todos los programas que podían imprimir cantidades negativas, eso significaba una posición más en la anchura de impresión. En algunas fichas tuve que sacrificar el punto de separación de los miles.

Ése era el gran problema de aquellas máquinas pioneras: la parquedad de almacenamiento, no solamente en la longitud de los programas sino en la capacidad de almacenamiento de la banda magnética de las fichas y en el número de caracteres que podías imprimir.
A veces te devanabas los sesos hasta que te escocían las neuronas para conseguir almacenar un dato en la banda magnética. Trabajábamos a nivel de bit y en hexadecimal. Habían sentencias de programación capaces de hacerlo por supuesto. También por supuesto las fechas se almacenaban con 2 posiciones para el año, faltaría más. De ahí vino el famoso problema del cambio de milenio.
De todas formas creo que se ha solucionado en falso, en el año 9999 nos pasará lo mismo. ¡Nos va a pillar un poco mayores esta vez!

domingo, 31 de enero de 2010

Viva la Diferencia!!!



El título de esta entrada tiene dos errores ortográficos, a saber: la D mayúscula de la palabra Diferencia y la falta de los signos de admiración al inicio de la frase. Lo de poner más de un signo de admiración también lo es, pero creo que en la época en que vivimos donde reina la imagen sobre la palabra, esa licencia es tolerable e incluso enriquecedora.
No pretendo emular a mi hija Marta ni a Fábrica de cultura, sólo llamar la atención sobre estas dos intrusiones de otros lenguajes en el castellano.

El primero se advierte mucho en los titulares o encabezados, y está copiado del alemán que pone mayúsculas a todos los sustantivos y de la tecnología publicitaria que hace hincapié en resaltar las palabras clave de una frase. Como informático también me he visto obligado a veces a cometerlo a instancias de los clientes que prefieren que ponga Estado de Cuenta en lugar de Estado de cuenta, al final opto como solución por poner ESTADO DE CUENTA.

El segundo error viene influido por el resto de los idiomas. Me he tomado el trabajo de intentarlo con el traductor de Google y no he encontrado ninguno donde se ponga los signos de admiración o interrogación al principio de la frase, incluidos catalán y gallego. Pienso que también han contribuido los nuevos medios de comunicación escritos: móviles, chat, etc... que requieren una economía de caracteres (K royo xD!). No hace mucho recibí un e-Mail de algún país del este bastante bien traducido al castellano pero que incluía un ?Le ha interesado? Con dos signos de cierre de interrogación, uno al principio y otro al final. No habían encontrado en su teclado el de apertura.

Los que me leéis o me conocéis... ya estáis al tanto de mi poca afición a los nacionalismos, pero creo que en el lenguaje escrito hay que guardar las formas... o las diferencias. No solamente es la letra Ñ la que lo ostenta.
Leí hace años un relato de ciencia ficción en la que por el arte que sólo la ciencia ficción posee, de la noche a la mañana todo el mundo hablaba el mismo idioma y todo lo escrito se había traducido a ese mismo idioma. Al pasar el tiempo el idioma común se había ido transformando en una serie de dialectos locales tanto en el habla como en su grafismo. Esto es lo que quiero resaltar: las diferencias enriquecen y no deberíamos perderlas.

¡¡¡Viva la diferencia!!!

jueves, 21 de enero de 2010

166,386



166,386 es el cambio definitivo €uro → Peseta con el que entramos en la moneda común europea. En el año 2002, hace ya 8 años tuvimos que ponernos las pilas para saber manejarnos con este nuevo sistema monetario. En la actualidad ya no gastamos calculadoras para saber que nos están pidiendo por un cortado en un bar: si es alrededor de 1€ nos parece bien. Ya hemos aprendido el valor en euros de un menú, un adosado, un coche o un libro. De todas formas sea la moneda que sea, perdura el despropósito de intentar gastar más de lo que ingresamos. Los primeros meses fueron algo complicados. Recuerdo haber pedido en una gasolinera que me pusieran 300€ de gasóleo: me rectificó el empleado: -si está vacío con 25 habrá bastante-
A algunas personas mayores les ha llegado un poco tarde el cambio y no lo han podido asimilar. Una que yo conozco no acierta la mayoría de las veces con la palabra euro. Suele decir: 20 pesetas, 20 duros o 20 pijos.




jueves, 7 de enero de 2010

Batallitas de un informático trasnochado I

Como le prometí a uno de los más entusiastas seguidores de el fardacho, y como me prometí a mi mismo hace unos cuantos años: me dispongo a relatar una breve historia de mis experiencias en el noble arte de la informática. El hecho de haber vivido los primeros pasos de esta industria a nivel comercial, hace que estas batallitas a algunos les sonará a ciencia ficción trasnochada. Empecé mi relación con los computadores (computadoras o cerebros electrónicos se llamaban entonces) cuando tenía 20 años aproximadamente recibiendo formación, y acabaré esta relación, espero, cuando yo acabe mi actual encarnación. Las anécdotas que contaré serán propias o comentadas por algún colega, pero las enriqueceré y las escribiré en primera persona: por algo soy el bloguero. Fiché por Nixdorf Computer en 1972. Cuando se lo comenté a mi padre me dijo -¿Qué qué de Nixon?-. Este comentario viene a cuento porque entre los compañeros le llamábamos 'La Sinfor'. Con esta extraña forma de nombrar a la compañía coincidían curiosamente algunos clientes. Enlace 1 Enlace 2 Enlace 3
Sistema basado en el empleo de fichas de banda magnética
Memoria RAM desde 1/4K hasta 48K
Ficha con banda magnetica
La batallita que voy a contar tiene como protagonista, esta bonita máquina de arriba 820/15
Como veréis, no tiene monitor, (hace veinte años ya había informáticos que no conseguían entenderlo) lo que escribías se imprimía directamente por la impresora en las fichas de banda magnética y/o en el papel continuo que había debajo. Al no tener monitor los avisos para el operador se daban a través de las luces del teclado (luz roja, luz amarilla o ambas) El lector de fichas de banda magnética cuando recibía una orden del programa para que grabara la información despues de hacerlo la expulsaba. Si se había producido un error de grabación se encendía la luz roja. El teclado era muy sensible y funcionaba muy bien, tenía implementado un sistema de seguridad por el que si se pulsaba más de una tecla a la vez se bloqueaba y también se encendía la luz roja.

Yo era el único técnico de software de la delegación de Alicante. Había otra delegación en Murcia con un técnico de hardware pero no de software lo cual hacía que esas funciones estuvieran a mi cargo. Un día a mitad de mañana me llamó Paco del TKD de Murcia (TKD: siglas en alemán del servicio técnico de hardware)
- ¡Manolo! La Titina me lleva loco con el MKC (siglas también en perfecto alemán del lector grabador de fichas de banda magnética) ya no sé que hacer, mira a ver si puedes venir porque yo ya lo he limpiado varias veces, se lo he cambiado, y si llevo los suyos a otro cliente funcionan perfectamente. ¡Debe ser algo del programa! -
- ¡Vale Paco! tranquilo, en media hora salgo para allá. -
Me monté en mi flamante SEAT 600 y después de comer llegue a una población cercana a la capital, a las instalaciones de nuestro cliente X. Paco ya estaba allí, había limpiado una vez más las cabezas lectoras/grabadoras del MKC y estaba esperando a que yo llegara para decirle a la Titina que se pusiera a trabajar. La Titina como habréis adivinado era la operadora que manejaba la 820/15. La Titina era una joven alegre, bajita, pechugona, regordeta y que utilizaba una silla demasiado baja para la máquina que tenía delante. Se puso a trabajar. Paco y yo nos retiramos un poco para hablar. Desde aquella distancia nos dimos cuenta del problema y de su solución. Le dije a Paco.
- ¡Vale! el MKC funciona perfectamente, de todas formas yo cambiaré el programa para que cuando verdaderamente se produzca un error de grabación se enciendan la luz roja y la amarilla y no sólo la roja como si fuera un error de teclado, pero tú dile al jefe de la Titina que le compre una silla más alta o un par de cojines para que se los ponga debajo del culo porque cada vez que recoge la ficha del lector deja caer las tetas encima del teclado, lo bloquea y se enciende la luz roja. -

Una vez más la pericia de los técnicos de 'La Sinfor' había resuelto un enrevesado problema informático.

martes, 5 de enero de 2010

No news, good news





Una veterana miembra de mi familia intenta comunicarse con el resto de la comunidad informándonos de las últimas noticias de las que se ha enterado. Sus fuentes son la televisión y algunas revistas semanales. Su edad y afición hace que se decante por las noticias del corazón, pero entiende que también tiene que comentar las noticias 'serias'. Éstas suelen ser malas noticias, practica el sabio refrán anglosajón de: 'No news, good news'. No es culpa suya, creo que hay un exceso de malas noticias en los medios de comunicación, o quizá una gran carencia de 'good news'. En los telediarios sólo las noticias deportivas y culturales que emiten en su parte final se pueden considerar fuera de la familia de las 'bad news'Mi indomable espíritu emprendedor o tal vez el tedio que irremediablemente le llega a un jubilado me han empujado a una nueva aventura: un e-News de noticias jubilosas.
Reclamo colaboraciones en todas las lenguas del universo-mundo, de todos l@s periodistas, ilustradores, comunicadores, maquetador@s, escritor@s y demás aficionad@s a los blogs que quieran hacerlo. Sólo se necesita: saber escribir y que lo escrito sea positivo o con final feliz.
La meta: una noticia jubilosa al día.

Lo llamaré El noticiero feliz (admito sugerencias)

blog lúdico, libertario y hortera-multicolor