viernes, 7 de noviembre de 2008

Potter, Harry Potter...


Joan Kathlen Rowling(W) con escoba de bruja



Ayer acabé de leer la séptima entrega de la colección de Harry Potter.
Mi primera reacción es la de preguntar: ¿Dónde hay que firmar para que J.K. Rowling continúe la saga aunque sea bajo los efectos de una maldición imperius?
Cuando empecé la quinta entrega (La Orden del Fénix), fui consciente de que la colección se acababa con el séptimo volumen. A partir de ahí al placer de la lectura se le añadió un nuevo sentimiento: el del miedo. No, no era miedo a los mortífagos, los dementores, al Que-no-debe-ser-nombrado o a lo que les pudiera pasar a Harry y sus amigos, sino miedo a que se me acabara la colección.

He disfrutado de la lectura como pocas veces me ha pasado, como un snorkack de cuernos arrugados en un charco. Hay que tener en cuenta que al igual que Potter y sus amigos yo también estuve interno desde los once hasta los dieciséis años. (Harry hasta los diecisiete, pero el último año se lo pasó de camping con el pretexto de buscar Horrocruxes y Reliquias de la Muerte). La gran diferencia estaba en que mi internado no era mágico sino todo lo contrario (se parecía un poco más al de 'Los chicos del coro' sin llegar a su miseria) y sobre todo, sobre todo... no era MIXTO.

He releído pasajes, se me han humedecido los ojos y creo haber llegado a derramar lágrimas en aquellos más tristes.
La colección posee gran fuerza dramática, romanticismo, intriga y suspense. Los personajes a pesar de sus poderes mágicos tienen los mismos problemas y sentimientos que el resto de los mortales: hambre, sed, frío, miedos, placeres, alegrías, necesidades, remordimientos, dudas y sufrimientos.
Empecé mi acercamiento viendo y volviendo a ver la primera entrega (La piedra filosofal) en DVD. La vi varias veces gracias a la insistencia de mi nieta Emma. Después vi las tres siguientes (La cámara secreta, El prisionero de Azkabán y el Cáliz de fuego) sin la ayuda de Emma. En ese momento cayó en mis manos el primer libro. Me gustó. Me compré y leí los siguientes tres que ya había visto en película. Me di cuenta de que la lectura era mucho más enriquecedora que las películas. A partir de ahí no pude dejarlo aunque los alternaba con otros libros de temática totalmente diferente.

El maniqueísmo en la obra es manifiesto, como en muchísimas obras literarias y de todo tipo. El maniqueísmo es un recurso fácil para atraer al lector o espectador (especialmente a los más jóvenes) sobre todo si al final triunfan los buenos y se castiga a los malos. Sin embargo hay varios personajes lo suficientemente ambiguos en uno y otro bando que amortiguan el defecto.
Y hablando de personajes: mi carácter poco dado al protagonismo me obliga a fijarme en los secundarios. Mis favoritos son Neville Longbottom por su integridad y valentía y Luna Lovegood por su ingenuidad y por su estoicismo ante la marginación (me hubiera gustado que se hubiera liado más con Harry, aunque sólo hubiera sido como con Cho Chang).

No obstante mi personaje preferido es el de Severus Snape. Creo que es el más completo, complejo y sorprendente de toda la saga. Aquí sí que me ha influido el actor que lo representa en la pantalla: Alan Rickman(W). Creo que están hechos el uno para el otro.


Acabo como empecé… pidiendo la continuidad del relato. Esa elipsis de diecinueve años es demasiado larga para desaprovecharla y además quedan muchas preguntas por responder:
¿Repitieron curso Harry, Hermione, Ron y todos los que fueron poco a clase? ¿Consiguieron sus EXTASIS? ¿Tuvieron que repetir todos los alumnos sus cursos correspondientes al año de los tremendos sucesos de la batalla final y debido a la mala calidad de la enseñanza o hubo un aprobado general? ¿Se establecieron nuevas y diferentes relaciones con los muggles? ¿Qué pasó con los tíos y primo de Potter y con los padres de Hermione? ¿Cómo se reconstruyó y reestructuró Hogwarts?
Debería de continuar la historia con un flashback de esos años.

Por último, hay una noticia que me preocupa: según ha publicado El Quisquilloso y desmentido El Profeta, el Ministerio de Magia va a nacionalizar Gringotts para poder garantizar los depósitos hasta 100.000 galeones de oro. La crisis financiera ha salpicado al mundo mágico debido a la avaricia y malas prácticas de los duendes, o… ¿será que el Señor Tenebroso todavía tiene poder…?

John Williams(W) - Sobrevolando el Lago negro - Harry Potter y el prisionero de Azkaban -


3 comentarios:

Anónimo dijo...

Ayer hablamos de que a pesar de ser una mujer la Rowling había triunfado, pero tambien recordamos lo que le costó y que muchos eruditos la consideran de un genero menor, En tu entrada y tu crítica casi profesional se ve que no es así, me alegro por ser mujer y por ser escritora en ciernes.

Anónimo dijo...

No he podido leerte bien porque me he dado cuenta que me contabas cosas que no quiero oir pues me falta aun el séptimo, o tb el sexto, no se el caso es que no he terminado aún y cuentas demasiado ehhh. ya hablaremos

Anónimo dijo...

Bueno.. definitivamente los he terminado, y ahora releyendo tu entrada confirmo que contabas cosas que yo no había leido en aquel momento.. Te doy la razón en que faltan muchas cosas por explicar. Ese salto que dan al final para ver que ha sido de harry no explica nada. a que se dedica?, es un auror? evidentemente no es el director del colegio, es el ministro de magía? nada, no sabemos nada...
Lo habrá hecho para que cada uno se invente lo que quiera...
ciao

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