Este vídeo como habréis comprobado, es gentileza de mi hija María, y fruto de las curiosas situaciones que provoca la novedosa costumbre del -amigo invisible- para la cena de NocheBuena.
A partir del ensayo llamado antepiano y siguientes: pregeneral, general y funciones, las representaciones son con vestuario y atrezzo. Esto implica también maquillaje, lo que hace que nos citen como en la cita previa de los centros de salud: cada cuarto de hora, ya que hay un sólo maquillador. Me maquillan toda la cabeza, incluida la calva, que siempre voy a llevar cubierta. Me recorto la barba al mínimo, y con el maquillaje no se nota. A continuación hay que vestirse de cardenal. Con la ayuda de dos técnicos de vestuario que hay en el camerino, aprendo a vestirme con todos los aditamentos, incluido el sayón de penitente y su capirote encima del de cardenal. En el pasillo de los camerinos, hay una amalgama de personajes anacrónicos. Es la hora de las fotos. Todos nos hacemos fotos en solitario, en grupo o simulando situaciones escabrosas.
Los ensayos son de verdad. Después de dejar la carroza, tengo que quitarme el disfraz de penitente (sandalias, sayón y capirote) y ponerme unos calcetines blancos, los zapatos, los guantes y el sombrero de cardenal (picador). Las primeras veces tardo mucho con la maniobra debido a mi torpeza y falta de equilibrio al tener que hacerlo de pié y a la pata coja. Por finconvenzo a los de vestuario para que me proporcionen una silla y poder hacerlo más cómodo. Gracias a todos desde aquí.
El ensayo general es sin público.
Durante las funciones, no siento nada especial por haber público en la sala, ya que mi permanencia en el escenario es tan reducida, que no tengo ocasión de mirar al tendido.
28-11-07 Esta vez, estamos en el escenario principal del Palau. Comparto taquilla con Alessandro. Veo la carroza del muerto que hay que arrastrar. No nos ponemos de acuerdo con quien es el muerto. El decorado representa la glorieta de Atocha en Madrid. Hacemos pruebas de tiro y arrastre de la carroza. Funciona bien y con la ayuda de los técnicos que la arrancan y la paran, no hay problemas. Detrás de nosotros prueban los porteadores de la Virgen del Rocío (en realidad es la Virgen de Atocha, pero es más popular entre los figurantes, la del Rocío). Después de la pausa, y ya sin el muerto, ensayamos la segunda parte. Al rato, llegan los solistas. Sólo conozco a Carlos Álvarez. Desfilan en la procesión y luego cantan el resto de la escena, que veo entre bambalinas. 29-11-07 Primer ensayo con María. Llego tarde, porque he cogido un enorme atasco en la V-30. María está preocupada. Por fín nos vemos en el escenario. El ensayo es como el del día anterior, pero esta vez con el coro cantando y bailando. Aprendo a bajarme del escenario y acudir al patio de butacas para ver desde ese lugar privilegiado la actuación del coro, los solistas y los compañeros. Advierto que sin las gafas, no veo bien a esa distancia. María me enseña nuevas rutas de navegación del Palau, pero temo que es demasiado complicado de aprender.
04-12-07 Nuevo ensayo en el escenario.
Me dan calzado de seguridad, que debo llevar mientras arrastro el carro del muerto. Se trata de calzado deportivo, muy bueno, muy blindado y con una suela que se agarra muy bien al suelo del escenario..., por cierto, tengo la impresión de que las rampas son más pronunciadas.
Como el último día, bajo al patio de butacas para ver el resto del acto segundo. Esta vez con gafas. Que delicia.
24-11-07 Llego con más holgura al ensayo, y con ropa más cómoda. En esta escena participa más gente: cortesanos, cortesanas, soldados, pajes, alabarderos. Se organiza un pequeño jolgorio cuando reparten las espadas a los cortesanos. El ensayo es más intenso que el del día anterior, al tomar parte más participantes. Dura dos horas y cuarto. Acuso una pequeña decepción al darme cuenta de que no permanezco en el escenario durante la intervención de los solistas. En realidad mi intervención en escena se limita a pasar dos veces por el escenario desde 'riu' a 'ciutat', una vez arrastrando un carro vestido de penitente, y la segunda sin carro vestido de cardenal.
He estado en la prueba de vestuario... después de varias deliberaciones de los responsables... el veredicto ha sido: CARDENAL ... uno de los cuatro cardenales que participan en la escena del auto de fé (que ironía, después de lo escrito en la entrada de 'Sentimientos religiosos') 23-11-07 Por fin, el primer ensayo: llego con el tiempo justo, y con el sabor a tortilla de patatas en el paladar (muy buena, hecha por David e Isabel). Yo hubiera preferido haber hecho la digestión antes de entrar al Palau. Me arrimo a unos jóvenes de los que presumo que son colegas. Efectivamente lo son. Me llevan hasta la sala de ensayos: 9-A. Nada más llegar, Juan: el jefe de los regidores, me presenta a su tío, un poco mayor que yo, y que tiene el rol de arzobispo. Empieza el ensayo: se trata de un auto de fé (Juan lo compara con la procesión del Corpus). Al principio cuatro penitentes tirando de un carro... para mi sorpresa me nombran. Ante mi asombro, Juan me dice que primero hago de penitente, y que después me quito el hábito (debajo llevo el otro disfraz) y desfilo como cardenal, dando la vuelta al escenario. Ensayamos varias veces, y en una hora acabamos. El ambiente es muy agradable. La mayoría de los participantes son jóvenes que ya se conocen, y esto crea un clima amigable y desenfadado. Uno de los regidores insiste en que los cardenales tienen que volver al día siguiente para ensayar la continuación de la escena. Tengo problemas de transporte, y le pido el coche a mi hermana Ana María.
Antes de nada, debo decir, que soy una persona con suerte. La mayoría de mis ilusiones se han cumplido. Cierto, que en algunos casos se han cumplido algo descafeinadas, o con menor intensidad que la deseada. Es el caso de la actual. Ocurre lo anterior. Se trata de: actuar en una ópera o zarzuela encima del escenario y en directo. Por supuesto que en mis sueños, me veía actuando de solista o en el coro. Lo cierto es que está apunto de cumplirse... como figurante, pero nada más y nada menos que en 'El Palau de les Arts de Valencia' en la ópera 'Don Carlo' de Verdi. Todo empezó por la intervención de mi muy querida hija María. Ella trabaja desde hace años como profesional en el 'Cor de la Generalitat Valenciana', que es el coro titular del Palau. Me propuso el tema durante la temporada 2006-2007. Yo le dije que sí, pero sin entusiasmo, debido a mis compromisos laborales. Ahora me he jubilado. Oh, maravilla. Me lo volvió a preguntar en esta temporada, y le contesté que sí con mayor ardor, entusiasmo y arrojo ante el reto. Y se produjo la materialización. El 14-11-07 me llamaron del Palau, para preguntarme si quería participar en Don Carlo. Les dije que sí. El 16-11-07 fuí a firmar el contrato. Hoy 20-11-07 voy a la prueba de vestuario. Continuará...
Poco a poco he ido cambiando mi punto de vista sobre los sentimientos religiosos. Y precisamente, este hecho, de haber cambiado mis puntos de vista, es: el cambio más profundo. Creo que los sentimientos religiosos de las personas, son íntimos, subjetivos e intransferibles, y por lo tanto no hay Iglesia, o Religión que englobe todas las características de estos sentimientos. Lo que me lleva a no querer pertenecer a ninguna agrupación religiosa, y mucho menos a participar en sus ritos. En realidad, esta postura se parece bastante al agnosticismo.
Un ejemplo de lo anterior son estas reflexiones de Facundo Cabral. Duran 50 minutos, pero con unos pocos se capta su pensamiento:
Como se comprende, Facundo tiene una religiosidad basada en el Catolicismo, pero particular y adaptada a su libre y singular punto de vista. Si estubiéramos en tiempos de la Inquisición, lo habrían quemado por hereje. Esto es lo que quiero recalcar: Cada uno es libre de elegir sus sentimientos religiosos y de no querer seguir a ninguna religión establecida. Y menos, a una basada en asustarnos con los tormentos del Infierno para toda la eternidad. Por ejemplo...
Para quien no sepa quien es Facundo Cabral, esta es una de sus creaciones más conocidas:
Yo no creo en Dios como un ser, sino que para mí: Dios es el conjunto de toda la energía y materia del universo, o universos. Todos formamos parte de esta energía, y por lo tanto todos somos parte de ese Dios. Los más afortunados o estudiosos son capaces de manejar esta energía en favor de los demás.
No obstante, al haber sido educado en el Cristianismo, estoy impregnado de su cultura y he aprendido a amar su arquitectura, escultura, pintura... y sobre todo su música.
No concibo mi mundo sin El Mesías de Händel, El Ave María de Luis Tomás de Victoria,El Stabat Mater de Rossini, La Misa criolla de Ariel Ramírez o La Misa de la coronación y el Réquiem de Mozart.
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